Los aproximadamente 1.400 kilómetros de carretera atraviesan países y épocas, cada parada es un recordatorio de la compleja historia de Europa y de sus paisajes sorprendentemente diversos. Para los entusiastas de la bicicleta y los viajeros por carretera, esta ruta combina la grandeza urbana, con los pueblos tranquilos y los vastos territorios.

El viaje comienza en Riga, la encantadora capital de Letonia, donde los viajeros son recibidos por la arquitectura Art Nouveau y el casco antiguo, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Antes de partir, vale la pena explorar los parques arbolados de la ciudad, como el Mežaparks, donde los locales disfrutan de paseos en bicicleta junto a lagos tranquilos. Una vez en la carretera, el viaje hacia el este cruzando el campo letón, con colinas onduladas que dan paso a densos bosques y granjas pacíficas. El Parque Nacional de Gauja ofrece senderos impresionantes y vistas del río, es una experiencia más inmersiva en la naturaleza El camino hacia Rusia es pintoresco, perfecto para viajeros que disfrutan de la quietud de la naturaleza.

Al cruzar la frontera rusa, la ciudad de Pskov aparece en el horizonte, una antigua ciudad fortaleza cargada de historia. Pskov, a menudo pasado por alto por los turistas en favor de ciudades más grandes, es un tesoro oculto para explorar sus murallas medievales y sus estrechas calles. El Kremlin de Pskov, conocido como el Krom, domina el horizonte y ofrece impresionantes vistas del río Velikaya. A poca distancia se encuentra el Monasterio Mirozhsky, con frescos del siglo XII que son testimonio del rico patrimonio cultural.

Pskov proporciona un equilibrio entre la exploración y el descanso. Su encanto tranquilo y sus amplios espacios abiertos hacen que sea fácil avanzar sin el bullicio de destinos turísticos más concurridos. Un alto en uno de los cafés locales para probar la comida tradicional rusa es la manera perfecta de recargar energías antes de continuar.

Dejando Pskov atrás, el viaje continúa hacia una de las joyas de la corona de Rusia: San Petersburgo. Aquí el ritmo cambia. Desde la tranquilidad de las carreteras rurales, nos vemos inmersos de repente en la grandeza de una ciudad imperial diseñada para impresionar. San Petersburgo es una ciudad que se explora mejor despacio, sus amplios bulevares y majestuosas plazas son más fáciles de explorar con nuestras pequeñas bicicletas.

Ciclar a lo largo del río Neva, con vistas al Palacio de Invierno y el Museo Hermitage, es una experiencia inolvidable. Para un ritmo más relajado, el Jardín de Verano, con sus caminos cuidados y estanques serenos, ofrece un refugio pacífico. Cerca de allí está, el Palacio de Peterhof, con sus extensos jardines y fuentes doradas,

Para finalizar nuestra estancia en San Petersburgo nos acercaremos al teatro Mariinsky para ver una de las actuaciones mas sorprendentes del panorama artístico del país.

El tramo final del viaje, de San Petersburgo a Moscú, es uno de contrastes. El tren se adentra por bosques, ríos y pequeños pueblos donde el tiempo parece haberse detenido.

Moscú, la extensa capital de Rusia, se cierra en el horizonte al final del viaje. Entrar en la ciudad es una experiencia emocionante, mientras sus grandes avenidas y la imponente arquitectura soviética se hacen visibles. La icónica Plaza Roja, con la Catedral de San Basilio de fondo, nos recordarán las veces que hemos visto esta imagen en postales y guías de viajes. Pero ahora nosotros somos los protagonistas descubriendo este final de viaje.

Viajar desde Riga hasta Moscú no es solo un recorrido a través de fronteras, sino a través del tiempo. Cada ciudad, pueblo y aldea en el camino cuenta una historia, desde los orígenes medievales de Pskov hasta las ambiciones imperiales de San Petersburgo y la grandeza soviética de Moscú. El camino, tanto desafiante como gratificante, nos ofrece la oportunidad de conectar con la historia, la cultura y los paisajes de esta parte del mundo.

El viaje incluye

1ª Visados y seguros de viaje

2º Régimen en hotel y desayuno en habitación doble

3º Picnics de todos los días (10)

4º Viajes internos del circuito

5º Visitas programadas (4)

6º Rutas de cicloturismo (5)

7º Bicicletas Brompton para las rutas

8º Suscripción de por vida a la app Komoot

9º Cenas de primer y último día

10º Guías y Combi Van T2 Volkswagen 

El viaje no incluye

1º Vuelo de ida y vuelo de vuelta

2º Comidas y bebidas

Por favor, lea el apartado de recomendaciones y condiciones del viaje: Aquí