Ekaterimburgo, situada en los Urales, es una ciudad clave en la historia de Rusia, conocida por su importancia industrial y cultural. Fundada en 1723 por orden de Pedro el Grande, fue un centro de minería y metalurgia, esencial para el desarrollo de la economía rusa. Uno de los hechos más trágicos y destacados de su historia es que fue el lugar donde el último zar de Rusia, Nicolás II, y su familia fueron ejecutados en 1918, durante la Revolución Rusa. El lugar de su ejecución, la Casa Ipátiev, ha sido convertida en un sitio conmemorativo con la construcción de la «Iglesia sobre

Ekaterimburgo también es reconocida por ser un cruce entre Europa y Asia, lo que le otorga una ubicación geográfica y cultural estratégica. En el siglo XX, la ciudad fue renombrada como Sverdlovsk en honor al líder bolchevique Yákov Sverdlov, aunque recuperó su nombre original tras la disolución de la Unión Soviética.

Actualmente, la ciudad es un importante centro universitario, industrial y cultural. Es la cuarta más grande de Rusia y combina arquitectura moderna con construcciones históricas. Además, se ha convertido en un punto clave de transporte gracias a su cercanía con el Ferrocarril Transiberiano, que conecta a Europa con el Lejano Oriente.

El viaje desde Ekaterimburgo a Novosibirsk es una travesía fascinante que atraviesa el corazón de Siberia, un territorio donde la historia y la naturaleza conviven en perfecta armonía. El recorrido de 1.370 kilómetros ofrece una inmersión en paisajes de infinita amplitud, desde las llanuras de los Urales hasta las vastas estepas siberianas.

El primer tramo nos lleva a Tiumén, una ciudad que destaca por ser la más antigua de Siberia. Fundada en 1586, Tiumén ha sido testigo del paso de comerciantes y colonos a lo largo de los siglos. Conocida por sus ricos baños termales y su próspera vida cultural, la ciudad se encuentra rodeada de naturaleza, con el río Tura que la atraviesa, creando una atmósfera serena ideal para disfrutar de una pausa en el viaje.

Desde Tiumén, el camino hacia Omsk atraviesa paisajes que reflejan la inmensidad de la Siberia Occidental. Omsk, una de las ciudades más importantes de la región, combina un rico patrimonio cultural con una historia militar significativa. Sus amplios bulevares y la imponente catedral de la Asunción se alzan como testigos de su evolución, desde una fortaleza a un núcleo cultural. El viajero puede disfrutar de su vibrante vida urbana, que contrasta con los vastos paises.

Finalmente, Novosibirsk marca el destino final de esta travesía. Fundada en 1893, es hoy la tercera ciudad más grande de Rusia y un importante centro de ciencia y cultura. El paso del río Obi y el constante bullicio de la ciudad son una muestra de su dinamismo. Aquí, los viajeros pueden relajarse, disfrutar de su oferta cultural y explorar el legado del Ferrocarril Transiberiano, que dio vida a esta metrópolis.

El viaje incluye

1ª Visados y seguros de viaje

2º Régimen en hotel, desayuno y pícnic

3º Viajes internos del circuito

4º Visitas programadas

5º Bicicletas para las rutas extraordinarias

6º Cenas del primer y último día

7º Guías y Van T2 Volkswagen de seguimiento

El viaje no incluye

1º Vuelos de ida y vuelta

2º Comidas y bebidas

Por favor, lea el apartado de recomendaciones y condiciones del viaje tocando al ciclista: