Dos hombre, dos bigotes y dos propósitos
Las historias siempre comienzan con un encuentro, un detonante que mueve miradas, y corazones. Así fue como, durante una marcha cicloturista hacia Revilla del Campo en la provincia de Burgos con los amigos de Burgos Conbici, un acontecimiento fortuito desencadenó una serie de eventos que marcaría el inicio de esta aventura.
Al llegar al pueblo, aquel 8 de septiembre los ciclistas fueron recibidos con hospitalidad y alegría, fruto de la romería de la Natividad de Nuestra Señora. Allí se preparaban dos paellas para la comida de hermandad.
El avituallamiento ofrecía el ambiente perfecto para recuperar fuerzas, pero lo que realmente capturaba la atención eran las inusuales conversaciones que flotaban en el aire. Entre bocados y bebidas, se hablaba sobre espiritismo y videntes, temas poco comunes para una jornada ciclista. Fue en ese contexto casi surrealista donde dos hombres con bigotes, hasta entonces desconocidos, se cruzaron por primera vez.
La generosidad de los habitantes, que celebraban sus fiestas patronales, fue el hilo conductor para unir a un grupo de seis ciclistas: José Miguel, Conchita, Fernando, Dan, José Manuel y Alberto. Posteriormente juntos, se dirigieron al bar del pueblo regentado por María José, para compartir unos vinos y disfrutar del tradicional “chiquiteo”. Entre risas y anécdotas, se fueron forjando vínculos.
En la tertulia que tuvo lugar en la terraza del bar, un tema inesperado salió a relucir: Rusia. Uno de los hombres con bigote mencionó su anhelo de viajar en el legendario tren Transiberiano con su pequeña bici Brompton, una travesía de casi 10.000 kilómetros que une Moscú con Vladivostok, cruzando inmensos paisajes de estepa, montañas y bosques. Este comentario despertó la curiosidad del grupo, pero lo que vino a continuación sorprenderá a todos. El segundo hombre con bigote, con una sonrisa cómplice reveló que ya tenía planificado un viaje similar con su Van T2W desde Burgos hasta hasta Vladivostok.
A partir de ese momento, lo que empezó como una conversación casual sobre viajes lejanos se transformó en una auténtica alianza de ideas entre los dos hombres con bigote. Aquella conexión inicial desencadenó el diseño de una travesía intermodal que no solo cruzaría Europa y Asia, sino que permitiría a otros aventureros unirse en la exploración, acompañando a la Van T2W. Este viaje no sería exclusivo de los dos hombres; Pronto tomaron forma nueve circuitos distintos en las que cuatro viajeros podrán acompañar a la Van T2W en cada una de ellos.
En las nueve rutas de esta aventura se realizarán kilómetros con avión, tren, taxi, bicicletas y en la Van T2W, una combinación y flexibilidad para llegar a destinos cuidadosamente seleccionados por su historia, patrimonio, y cultura popular.
Puede pedir la información de recorridos, actividades y precios de los circuitos para descubrir quienes son los dos hombres ciclistas con bigote.